sábado, 22 de septiembre de 2012

Las Etiquetas


Las etiquetas en nuestra vida y ámbito social siempre han estado presentes en diversas formas desde la vida escolar hasta en nuestra vida continua.
Generalmente empezamos con las etiquetas en nuestra vida escolar ya que estábamos rodeados por un grupo de personas de diversas clases sociales, color de piel y carácter.Yo parte de mi primaria estuve en una escuela fuertemente católica y de una clase social alta, donde solía etiquetarse de forma brutal aquellos que se conocía no tenían un poder adquisitivo fuerte como el de la mayoría de los alumnos pertenecientes a este colegio la etiqueta que era impuesta era el de los becados o la típica etiqueta del pobre.
Recuerdo como este tipo de clasificación afectaba de una forma catastrófica en esta parte del alumnado, era terrible pero a la vez existían otro tipo de etiquetas yo recuerdo como una vez fui etiquetado como el moreno o el gordito dentro de ese ámbito social me sentía denigrado estaba conociendo una forma de racismo por una etiqueta en el color de la piel. Me hacia sentir tan mal esa etiquete que recuerdo muchas veces que pedía en las noches despertar con un color de piel diferente al moreno, todo por una etiqueta que manejaban dentro del circulo social de esta escuela.
No dure mucho en esa escuela ya que definitivamente el ambiente no era el indicado para mi asi que tuve un cambio de colegio y ahí mi formación mejoro y me ayudo a tener una mejor vision sobre las personas que tenemos a nuestro lado.
Unos años después ya en preparatoria el ambiente retorno a un mundo de etiquetas ya la adolescencia estaba muy presente en nosotros y empezaron las etiquetas sobre la eleccion de uno en su sexualidad.
Muchos amigos sufrían por esto por el que dirá la sociedad de ellos, el que dirá su grupo de amigos, la etiqueta de gay, lesbiana y el virgen estaban al acecho para muchas personas que tenia a mi lado y estas etiquetas formaban una burbuja de presión que muchas veces los llevaban a cometer errores en su vida o el callar aquello que los hacia feliz.
En mi vida universitaria pensaba que esta forma de etiquetar a las personas terminaría pero no iba creciendo el mundo de las etiquetas, se clasificaban grupos de amigos y entraban las etiquetas de los drogos, los punks e infinidad de ellas. Solo pasaba por mi mente que acaso no todos somos iguales, cual es la importancia del color de nuestra piel, o del peinado o del estilo de ropa que uno uso o de su sexualidad.
Recuerdo que una vez fui criticado duramente  por algunos amigos por haber estado platicando con alguien perteneciente a un grupo dark, ellos de inmediato me mencionaban que como puedo platicar alguien que hace ritos satánicos, o que siempre esta vestido de negro o que siempre esta en el contacto con las drogas, pero si ellos si hubieran tomado un momento para conocerlo sabrían el porque su gusto por la onda dark o que era un excelente conocedor de historia de México y América latina, o que tenia en su colección personal la famosa caricatura de remy, simplemente no lo veían como una persona normal.
Cuantas veces por estas etiquetas que tenemos en la sociedad  no vemos que provocamos un condicionamiento en nuestro comportamiento con los demás. Con las etiquetas forjamos un miedo e impedimos que una persona pueda ser libre en todo momento por generamos un miedo de hasta como hablar, como moverse y todo por las etiquetas.
Las relaciones sociales son complejas, emocionantes y maravillosas, siempre que las sepamos gestionar de forma positiva para nosotros.
Es hora de liberarnos de ese rol. Es hora de liberarnos de la presión que nos supone el miedo a volver a vivir una situación similar. 
Es hora de permitirnos ser libres y espontáneos.
Los roles los podemos cambiar nosotros con una nueva actitud ante la vida, con una nueva forma de concebir la vida en sociedad, 
alejándonos de todos los miedos que hemos cargado en nuestra espalda durante años.
¡Los roles nos los creamos nosotros mismos!
Dentro de cada uno de nosotros existe una fuerza de magnitudes insospechadas, podemos superarlo TODO. 
No existen límites si realmente deseamos desde lo más profundo de nosotros liberarnos. 
Nuestra fuerza reaccionará para apoyarnos.
El Ser Humano es perfecto, solo tenemos que confiar en él y en sus posibilidades ilimitadas.